viernes, 3 de octubre de 2014

Un poco de genealogía

Mis antepasados no son Normandos


La genealogía de la familia Belpaire es muy completa, gracias al interés por el asunto de mis primos André y Frans Belpaire y mi cuñado Jean Poppe, quienes han puesto el resultado de sus investigaciones en internet (geneanet). Partieron sin duda de un grabado que teníamos en el escritorio de mi padre, donde se veía un bello árbol con sus numerosas ramas y un montón de nombres y fechas que remontaban hasta el siglo 17. No voy a retomar aquí toda esta información, sólo me gustaría contarles algunas anécdotas de la historia familiar.

Mi padre siempre nos contaba que la familia Belpaire provenía de la isla de Re, una pequeña palabra que aparece a menudo en los crucigramas y que no hay que confundir con otra isla francesa de dos letras, If. La isla de Re, frente a la costa normanda, era, antes de volverse un balneario costoso, una prisión donde se sometía a los criminales a trabajos forzados. Mi papá añadía siempre a su historia que no se sabía si su antepasado lejano era prisionero o guardia en la isla. Eso era por supuesto parte del juego y todos declarábamos muy serios que preferíamos la primera opción. Hasta se podía especular que el nombre Belpaire se refería a un “bello par” de bandidos. 

Puerto de la isla de Re

Era una linda historia pero lamentablemente, no era verdad. Posiblemente hubo en algún momento una confusión entre Dieppe (en el departamento de la Sena Marítima) y Nieppe (departamento del Norte). Recordando las letras antiguas y las mayúsculas ornamentadas del grabado, es relativamente fácil explicar la confusión. Los gustos románticos de mi padre hicieron el resto, o quien sabe si esta historia vino de más lejos y él la repetía.

De acuerdo con los genealogistas un poco más serios, encontramos en la base del tronco de nuestro árbol un Jean-Baptiste Belpaire, hijo de otro Jean-Baptiste Belpaire y de Madeleine de Voë, nacido en 1680 en Nieppe, cerca de la frontera de Francia con Bélgica, en el valle del río Lys y a unos 15 km de la ciudad de Lille. El hombre se establece como agricultor en Warneton, Bélgica, muy cerca de la frontera lingüística. Allí muere en 1746. Se había casado con Marie Catherine Gaucquier. La distancia entre Nieppe y Warneton es pequeña, solamente hay que cruzar la frontera entre los dos países, y por tanto el viaje es mucho más probable que un desplazamiento lejano desde Normandía. 

Si bien me quedó para siempre la añoranza de la bella isla de Re, podemos decir que Nieppe tampoco está mal. El escritor francés François Joseph Grille describe la región alrededor de 1825, como “sin duda, una de las más bellas que existe en Francia. El paisaje presenta umbríos manchones de árboles y arbustos, y el suelo parece tierra de jardín. Los campos están cubiertos de cosechas y en los bordes de los caminos crecen álamos y sauces. Los primeros suben muy altos, mientras que los segundos son podados, produciendo así matices de verde que son aún acentuados con los verdes oscuros de los alnos, que crecen al borde de los arroyos, y los tonos más claros de los olmos, plantados alrededor de los castillos y las granjas”. 
  
Warneton y el río Lys

Uno de los hijos del segundo Jean-Baptiste, Pierre-André Belpaire (1715-1766) se casó con Marie Bau y es el padre de Sidron (nombre original y que me gusta). Éste nace en Messines en 1751, desposa Antoinette Harlebeke y muere en Ostende en 1818. Tienen ocho hijos, entre los cuales está mi tatarabuelo Félix-Hippolyte (1803-1877). 

Sabemos a qué se parecían Félix-Hippolyte y su esposa, porque uno de sus hijos, Arthur, era escultor y produjo los medallones que vemos abajo. La nariz de Félix-Hippolyte es claramente la misma que la de mi padre y de mi hermano François.

Mis tatarabuelos Eugénie y Félix-Hippolyte, retratados por su hijo Arthur

De su matrimonio con Eugénie Lanszweert (1810-1877) Félix-Hippolyte tuvo dieciséis hijos, todos con nombres preciosos: Céline, Léonide, Louise, Félix, Eulalie, Marie, Ernest, Julien, Emma, Alexis, Elisa, Gustave, Valérie, Arthur, Raymond y Pamille.
   
Arthur Belpaire, el número 14 de los hermanos, había nacido en Bruselas en 1849 y falleció en  Roeselaare (Roulers) en 1909. Su esposa era Elisabeth Royon (1847-1882?). Según pretende mi primo Frans, Elisabeth murió muy joven, a los 35 años, por lo tanto en 1872. 

Arthur con el busto de su padre Félix-Hippolyte
En la foto (una de las primeras en la documentación familiar) podemos ver a Arthur posando con el busto de su padre que acaba de terminar, probablemente en su jardín de Roeselaare. No se sabe quién es la persona curiosa que pasa la cabeza por la ventana. Según me escribió Frans, probablemente se trata de Elisa, hermana de Arthur, que se quedó a vivir con él después del fallecimiento de su esposa.
   
Es interesante ver cómo los apellidos flamencos y franceses se mezclan en cada generación, y también cómo la familia se va desplazando de ciudad en ciudad, pero nunca demasiado lejos.

Mis abuelos

El hijo de Arthur, Joseph Belpaire (1875-1920), mi abuelo, nació en Termonde (Dendermonde). Tenemos una escultura de Joseph niño realizada por su padre y también una foto de adulto. Con su barba y una gran calva, parece mayor de lo que era realmente. 

Mi abuelo Joseph, niño y adulto
La leyenda familiar cuenta que de niño era muy delicado y que para mejorar su salud, el médico prescribió que lo pongan todo el día en un prado junto con un cordero, para que esté al aire libre, activo, jugando con el animalito, a manera de reforzar su resistencia.

Joseph vivió en San Nicolás, en la Kasteelstraat (lo que significa calle del castillo, pero no existe ningún castillo allí) y se casó con Josepha De Decker (1873-1947). Tenía una gran ferretería que debió parecerse un poco a la de la foto.


A pesar del tratamiento naturista que recibió, mi abuelo murió joven, a los 45 años, cuando sus cinco hijos tenían entre 19 et 12 años. Mi abuela paterna en cambio vivió hasta los 74 años. Tenía una reputación, no sé cuán merecida sería, de extrema rigidez y severidad. Según decía mi padre, se había tragado un paraguas, por lo menos figurativo, lo que le impedía agacharse, y siempre se sentaba muy derecha en una silla dura, sin jamás apoyarse en el respaldar. Nunca en toda su vida se sentó en un sillón.
     
Mi mamá le tenía mucho miedo. Nos contó varias veces que cuando su suegra hacía sus labores de costura y se le caía un hilo o un alfiler, tocaba una campanita para que la sirvienta venga desde la cocina a levantarlo. Ni siquiera permitía que su nuera lo haga por ella. 
  
   
Ella misma no levantaba ni cargaba absolutamente nada, esto simplemente no era posible para una dama. No la conocí porque murió cuando yo tenía un año. Viuda, con una hija y cuatro hijos adolescentes, me imagino que su vida no era tan fácil.

Existía un bello retrato de ella, hecho al carboncillo por mi tío Jacques Belpaire, que se encontraba en el escritorio de mi padre, pero no sé qué ha sido de él. 

No conozco el autor del bajo relieve, donde se la ve bastante joven, y en el cual tuve que redibujar la nariz porque la foto estaba truncada en ese lado. Por el estilo podría ser de Arthur Belpaire, el suegro.




Josepha De Decker, mi abuela paterna

          
La hija mayor, Marie-Antoinette (1901-1935) murió a los 34 años. No tengo idea de las circunstancias de su muerte, pero aparentemente era soltera. Mi hermana Nénette heredó el nombre. Había supuesto siempre que esta tía murió adolescente, seguramente interpreté mal la palabra “joven”. Por supuesto, en las novelas que leía, se consideraba de lo más romántico morir a los quince años. 

Dos celebridades 
      
Entre los famosos de la familia tengo que mencionar al Ingeniero Alfred Belpaire (1820-1893), sobrino de Félix Hippolyte, inventor de un sistema de combustión más eficiente para las máquinas a vapor de las locomotoras. Su invento fue adoptado en el mundo entero y especialmente en  Estados Unidos, donde me podría imaginar que ayudó a conquistar el Lejano Oeste, aunque no estoy muy segura de las fechas. 

Alfred Belpaire con su obra

Alfred es la persona que encontrarán en primer lugar si buscan referencias del apellido en el internet. También verán allí, con su nombre, muchas lindas fotografías de locomotoras antiguas. Estas locomotoras se pueden ver aún en el Museo Ferroviario de la Estación del Norte en Bruselas. Lamentablemente las horas de apertura del museo son pocas y, además, uno siempre está apurado cuando quiere tomar el tren.

Otra celebridad en la familia es Marie-Elisabeth Belpaire (1853-1948). También aparece a veces como Marie-Elisa, pero es más conocida como Mamieke.

Fue educadora, poetisa, traductora, fundadora de dos escuelas para señoritas en Amberes, que todavía llevan su nombre, y editora de revistas literarias.
No he podido encontrar la relación familiar, bastante lejana, de esta rama de la familia, a la cuál mi padre se refería como “los Belpaire de Amberes”. Me imagino que hay que remontar hasta uno de los dieciséis hijos de mi tatarabuelo Félix-Hippolyte para encontrar el eslabón perdido.


                                            Mamieke Belpaire

    
       
 La generación de mi padre

Los cuatro hijos varones de Joseph y Josepha eran Arthur (1903-1977), Etienne, mi padre (1904-1983), André (1906-1965) y Jacques (1908-1960). 

Mi tío Arthur es el único que hizo estudios universitarios, debido a la muerte prematura del padre. Estudió derecho en Namur, y trabajó como juez de la corte penal en Gante y luego en la Corte Suprema de Justicia de Bruselas, en el enorme y feo Palacio de Justicia. Tenía dos hijos: Joseph, abogado y juez como él, y Marie-Hélène (Mimi), licenciada en lenguas clásicas (latín y griego). Ya les hablé de ellos en otro capítulo.


Mi padre y su hermano André, trabajaron desde muy jóvenes en la ferretería, apenas terminado el colegio. Poco a poco la habían agrandado y transformado para crear dos pequeñas industrias. Etienne empezó la fabricación de estufas y aparatos de calefacción, mientras que mi tío André se especializaba en material eléctrico, como tomacorrientes e interruptores. Al inicio, las dos fábricas se encontraban en San Nicolás.

André Belpaire y su esposa, Gerarda Hens, tenían seis hijos y una hija: Por orden de edad son Georges, Thérèse, André, Paul, Frans, Raymond y Philippe, si no me olvido de ninguno. Cuando Paul se casó, me contrataba a menudo como baby-sitter para sus dos hijos pequeños, yo tenía entonces catorce años. Frans estaba en el mismo curso de secundario con mi hermano François, lo que podía llevar a algunas confusiones de nombres. Los dos menores, Raymond y Philippe, me eran más cercanos por su edad. Conocía poco a los tres mayores.

Etienne Belpaire, mi padre, se casó en 1933 con Elisabeth (Lili) Rubbens (1911-2003). Tuvieron un noviazgo que, de acuerdo a las fotos de la época, tenía como escenario principal un barco de remos sobre el río Escalda, donde se juntaban las hermanitas Rubbens con los hermanitos Belpaire. Lamentablemente no tengo las fotos de entonces, pero me acuerdo bien haberlas visto.

El río Escalda, al frente de Tielrode
Resultado de este idilio, en mi casa hubo nueve vástagos: Jacques, Anne, Marie-Antoinette, François, Pierrette, que murió muy pequeña, Cécile, Etienne, Christine y Marthe.


Aquí se los ve disfrazados: Anne (izquierda) y Jacques (derecha) de cosacos, Nénette y Tiennot de gitanos, François y Cécile de antiguos egipcios y Christine de niña-rosa. Falta Marthe, todavía bebé.

Entre mis hermanos, dominaban por tanto las mujeres, cinco contra tres. Todos creíamos que el número ocho sería varón, manteniendo el equilibrio, y ya habíamos escogido el nombre, Marc. Sin embargo resultó ser mujercita y su nombre cambió ligeramente, a Marthe.
 
Jacques (Jacquot), el mayor, falleció el 9 de octubre de 2010.






Finalmente mi tío Jacques, el más joven de los hermanos de mi padre, era artista y pintaba paisajes. Se casó con “la otra tía Yvonne” pero no tuvieron hijos. Murió a los cincuenta y dos años.



Hermanos, cuñados, hijos, sobrinos

El único varón de mis hermanos que se casó y tuvo hijos es François, con tres: Julie, Nicolás (el único por lo tanto que mantiene el apellido en esta rama del árbol) y Véronique. Todos viven en Quebec, Canadá. La mayor, Anne, se casó con Charly Lammerant, y tenía cuatro hijas: Claire, Dominique, quien lamentablemente falleció el 21 de agosto 2013, Pascale y Catherine. Nénette y Jean Poppe tienen cuatro hijos: Patrick, Chantal, Nicolás y Martine. 

De izquierda a derecha: Nénette, Marthe, Christine, Lili, Anne, Charly, Yves, Maurice y Jean.
Cécile y Juan Antonio Morales tienen también cuatro: Isabel (nacida en 1969), Adriana (1972), Esteban (1975) et Joaquín (1984). Aquí se los ve, hace unos cuantos años, delante de su casa en Cota-Cota.

Atrás: Isabel y Adriana. Adelante: Esteban y Joaquín

Christine e Yves Peeters tenían cinco : Marguerite, Pierre, Joseph, Isaac, fallecido en 2003 en Kenya, mientras daba la vuelta al mundo en bicicleta, y Myriam. Marthe y Maurice Noben tuvieron tres hijos: Sven, Olmo, que falleció a los dos años de leucemia, y Tobias. No les voy a dar toda la lista de los sobrinos-nietos, sería realmente abusar de su paciencia. 


En cuanto a mis nietos, Isabel Morales et Manuel Navarro son los padres de Cecilia (nacida en 1993) y Emiliano (1997). Adriana Morales et Benjamín Rodriguez tienen también un varón y una mujercita : Adrián (nacido en 1996) y Valeria (1999). Esteban Morales et Beatriz Tardío tienen dos hijos : Nicolás (1997) e Ignacio (1999). En esta vieja foto podrán juzgar si han heredado los dones artísticos de algunos de sus antepasados. Si quieren saber lo que hacen actualmente, pueden buscarlos en el facebook.

Arriba: Ignacio, Cecilia y Adrián. Abajo: Emiliano, Nicolás y Valeria






 

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